Arvac 01
Durante el 2023 fallecieron cinco veces mas personas por COVID-19 que por gripe, y el 89% de ellas no tenía la dosis de refuerzo recomendada
Arvac 01
A diferencia de Gripe, las reinfecciones por COVID-19 generan efectos acumulativos en el deterioro de la salud
Arvac 02
Ahora hay una Nueva Vacuna contra COVID-19 de Tecnología Segura
Arvac 04
Arvac 01
Durante el 2023 fallecieron cinco veces mas personas por COVID-19 que por gripe, y el 89% de ellas no tenía la dosis de refuerzo recomendada
Arvac 01
A diferencia de Gripe, las reinfecciones por COVID-19 generan efectos acumulativos en el deterioro de la salud
Arvac 02
Ahora hay una Nueva Vacuna contra COVID-19 de Tecnología Segura
Arvac 04

El origen de las vacunas basadas en proteínas recombinantes, la tecnología de vacunas más segura desarrollada hasta el momento, es en el año 1982 cuando por ingeniería genética se logra producir la proteína antigénica del virus de la Hepatitis B en la levadura del pan, sin necesidad de cultivar el virus patógeno.
En 1997 el Laboratorio Cassará desarrolla AgB, la primera vacuna de proteína recombinante contra la Hepatitis B producida en América Latina, la cual se aplica a niños recién nacidos desde ese entonces.
A fines del 2020 en plena pandemia un grupo de investigadores del CONICET y la UNSAM se vinculan con Cassará para desarrollar a escala industrial una vacuna de refuerzo contra COVID-19 basada en la misma tecnología utilizada para Hepatitis B, pero modernizada con la posibilidad de adecuar la vacuna a nuevas variantes del virus en un período corto de 4 meses. Es así como en mayo de 2021 se logra producir a escala industrial en Cassará el antígeno variante Wuhan, y posteriormente los antígenos de las variantes Delta, Gamma, Omicron BA1, Omicron BA.4/5, XBB y actualmente JN.1.
En diciembre de 2021 finalizan los estudios preclínicos de ARVAC, para desarrollar el estudio de Fase I durante 2022 y los estudios de Fase II y III durante 2023, obteniendo el registro definitivo de ANMAT a finales de 2023.
El desarrollo de ARVAC involucró la articulación de una red público-privada con más de 600 científicos y profesionales pertenecientes a 18 instituciones para lograr la autosuficiencia sanitaria en vacunas.

Los resultados de los estudios clínicos de ARVAC demostraron que la vacuna es eficaz, con las siguientes características:
ARVAC aumenta significativamente el título de anticuerpos neutralizantes, generado seroconversión en más del 90% de las personas contra las variantes del virus Wuhan, Gamma y Omicron.

En el 90% de los adultos mayores de 60 años ARVAC permite alcanzar títulos de anticuerpos de más de 1030 UI/ml, correlacionados con un 90 % de protección contra enfermedad sintomática.

Los títulos de anticuerpos neutralizantes desarrollados por ARVAC se mantienen significativamente altos durante al menos un año después de la vacunación.

La actualización de variante de ARVAC permite generar anticuerpos neutralizantes también contra las variantes circulantes del virus XBB y JN.1

El virus SARS-COV-2 continúa circulando y siendo la principal causa de hospitalizaciones por infección respiratoria aguda en adultos. De acuerdo con el boletín epidemiológico nacional durante 2023 se registraron cinco veces más fallecidos por COVID-19 que por gripe, y el 89% de ellos no había recibido la dosis de refuerzo recomendada.
El virus que causa COVID-19 muta y cambia con el tiempo, evolucionando para escapar de las defensas del sistema inmunológico de forma similar al virus de influenza que causa gripe. Como resultado, las personas que no han recibido una vacuna actualizada contra las nuevas variantes del virus SARS-COV-2 con la frecuencia recomendada pueden no estar adecuadamente protegidas contra la enfermedad por COVID-19.
El Ministerio de Salud recomienda que las personas cuenten refuerzos contra COVID-19 con siguiente periodicidad:
-Mayores de 50 años, menores de 50 años con comorbilidades (enfermedades crónicas y obesidad) y personas con inmunocompromiso: aplicar una dosis cada 6 meses.
-Menores de 50 años sin comorbilidades: una dosis anual.
-Personal de salud: una dosis cada 6 meses.
Los expertos de la CONAIN (Comisión Nacional de Inmunizaciones) recomendaron la incorporación de la vacuna COVID-19 al Calendario Nacional de Vacunación.
Las personas de bajo riesgo de hospitalización o muerte por COVID-19, cada vez que se reinfectan y vuelven a enfermarse por COVID-19 tienen efectos acumulativos en el deterioro de su salud. Esta es una diferencia fundamental de COVID-19 respecto de la gripe. La reinfección con SARS-CoV-2 contribuye a riesgos adicionales significativos de mortalidad, hospitalización y secuelas en varios órganos, aumentando los riesgos de contraer enfermedades neurológicas, cardiovasculares, hematológicas, renales y diabetes, entre otras.
Es decir que, a diferencia de la gripe, cada vez que una persona se enferma por COVID-19 tiene más predisposición a tener demencia, diabetes, síndromes metabólicos, y otras enfermedades.
Mientras que las reinfecciones por otros virus respiratorios se pueden tolerar, no está claro que la acumulación de reinfecciones por SARS-COV-2 a lo largo de los años se pueda tolerar, incluso en personas sanas.
Nature medicine https://doi.org/10.1038/s41591-022-02051-3
Estudios publicados indican que las personas que se reinfectan y vuelven a enfermarse otra vez por COVID-19, tienen 3.54 veces más riesgo de tener secuelas pulmonares, 3 veces más riesgo de tener trastornos cardiovasculares, 3 veces más riesgo de tener trastornos de coagulación y hematológicos, 2.48 veces más riesgo de tener trastornos gastrointestinales, 3.55 veces más riesgo de tener trastornos renales, 2 veces más riesgo de tener trastornos de salud mental, 1.70 veces más riesgo de tener diabetes y 1.6 veces más riesgo de tener trastornos neurológicos.
Las personas que se reinfectan y vuelven a enfermarse dos o más veces, aumentan aún más sus riesgos de contraer enfermedades.
Es decir que, a diferencia de la gripe, cada reinfección con enfermedad sintomática por COVID-19 genera un deterioro acumulativo de la salud.
Nature medicine https://doi.org/10.1038/s41591-022-02051-3
Estudios publicados en mayo de 2024 de seguimiento a tres años en 135.000 personas infectadas, indican que el riesgo de muerte se mantiene elevado incluso a tres años de ocurrida la infección y hospitalización. El SARS-COV-2 es un virus nuevo, no hay otro estudio publicado de seguimiento por más de tres años.
Los estudios han informado que en pacientes hospitalizados por COVID-19 el SARS-CoV-2 lleva a una infección sistémica con replicación viral en sitios extrapulmonares y persistencia de ARN del virus en varios tejidos durante años. No está claro en qué medida la lesión durante la fase aguda o la persistencia viral participan en el riesgo prolongado en estos órganos.
Reducir el riesgo de hospitalización aumentando la aceptación de la vacunación es una estrategia clave para reducir el riesgo de pérdida crónica de salud en personas con infección por SARS-CoV-2.
Nature medicine https://doi.org/10.1038/s41591-024-02987-8
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